Carta A Un Chico Plastico
Hola, sabes quién soy.
Esta carta podría ir dirigida a tu hermosa mujer que se
pasea por los eventos públicos y privados regodeándose de su nuevo apellido y del
hermoso anillo de esmeraldas que su sexy esposo, el doctor Saint le regalo por
su primer mes como marido y mujer; pero estoy segura que no lo tomaría con
tanto gusto como el que sé que tienes tú en este momento en que lees mis
palabras.
Como te das cuenta, me entero de todo, recuerda que
aunque lo intentes y la ciudad se adapte a tu estilo de vida, los rumores
vuelan por los bajos barrios y el deseo de alcanzar semejante círculo social
hace de sus vidas un anhelo peligroso, la gente está dispuesta a hacer
cualquier cosa por vivir una vida como la de tu plástica familia.
Quería felicitarte, la nueva señora Saint y tú se ven muy
bien juntos, y estoy segura que algún día, cuando sean mayores sus hijos van a
ser tan encantadores como ella después de un par de ingresos al quirófano para
no defraudar en las tarjetas de navidad, a no ser, por supuesto, que cuenten
con tu éxito de genética, se parecerían un montón, ¿no lo has pensado?, además,
sería muy triste que su primogénito sea una niña.
Perdóname, no pretendo mofarme ni nada por el estilo, es
solo que aún no supero el hecho que el Sr. Saint te haya obligado a hacer algo
por lo que te revelaste en tu adolescencia, al final tus padres sí ganaron, me
alegra pensar que los míos no.
Estamos bien, por si te lo preguntas, no puedo negar que
me recuerda a ti, pero estoy segura que tome la mejor decisión para todos. Ahora
estoy montando mi propio vivero, me siento muy orgullosa de ello, vamos por muy
buen camino. No te puedo negar que lo mejor de todo es mi ayudante, él es mi
primera mano y mi mayor apoyo. Mi madre se enloquecería si lo viera trabajando.
Y estoy segura que a ti te encantaría verlo, te enamorarías de él de la loca y
exagerada manera en que yo lo estoy, aunque no estoy muy segura de sí poder
compartirlo, incluso si es contigo.
Tu hermano vino ayer a vernos, y aunque lo intentes no te
va a decir donde estamos, le hice prometerlo. Él quedo encantado, y sabe que
vamos por el camino correcto, con él te mande fotos, espero que ya te las haya
entregado, además que las disfrutes mucho.
Voy a ser más directa, está preguntando por ti y no estoy
del todo segura en que responder, no sé en qué parte de la escena estas o en
cual parte de la historia te quieres quedar. Pero necesito una respuesta, y
deseo que sea rápida, aunque puedo suponer que es lo que vas decir, y está del
todo bien, te lo prometo, pero quiero un físico de eso. Puedes dejarla donde
dejaste la anterior, dependiendo de tu respuesta tendrás o no una futura como
estas.
Ahora me tomare el tiempo de un comentario.
La foto del periódico donde les felicitan por su primer
mes es mi favorita, aunque sostienes a Bárbara por la cintura puedo ver la
peinilla en tu mano. Y déjame adivinar, tu hablabas con tus amigotes que marca
de carro es mejor y ella con las huecas de la siguiente semana de la moda en
Paris. Rechazaste el canapé que la chica te ofrecía pero le pediste que trajera
champagne para ti y tu mujer, que ni siquiera se toma el tiempo de determinar a
Ana, porque no va vestida con un Versace, ¿verdad?
Puedo leer su mirada esquiva y puedo ver tu carita de yo
no fui en esa foto; además veo el roció de su Chanel N°3, te apuesto a que cree
que cuando se agita lo suda.
Eso era todo, te amamos, aunque sé que eso no es
suficiente.
Atentamente: Amy Clair y tu hijo Saint Clair.
Pd: Ana es mi vecina del piso de arriba, pero ella no
sabe.
Pd 2: Dile en una oportunidad que tengas a tu mujer que
los siguientes colores de temporada, los que se van a utilizar en la semana de
la moda en Paris, a ella no le lucen, no va ni con su tono de piel, ni con sus
ojos, que por favor no lo use o va a salir mal criticada.
Nota el reverso de la foto adjunta: Saint en su
cumpleaños número cinco junto a su mejor amigo. Es latino, se llama Alex.
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